Quizás te acabas de mudar a una nueva casa que en términos generales es perfecta, pero con algunos asuntos que requieren pulirse para que todo esté a la medida de tus necesidades. Por otro lado, puede que lleves años viviendo en un lugar y aunque nunca pensarías irte de él, tienes que emprender unos cambios y reformas Tenerife en el llamado centro del hogar, la cocina.

Sin embargo, entre decir que se necesitan unas transformaciones y realizarlas, puedes encontrarte con el desagradable obstáculo de no tener noción de lo que hace falta. O por lo menos, de no saber de qué manera describirlo a los proveedores. Unos consejos útiles para empezar:

Los básicos están siempre presentes

El primer paso es escribir una lista de las prioridades. Aunque en principio parezca una idea obvia, su relevancia radica en que es sencillo perder el norte con la emoción de elegir los colores y los electrodomésticos. Los catálogos sugieren y proporcionan imágenes; pero en ocasiones no resultan afines al resto de la cocina.

En el mismo orden de pensamiento, define un presupuesto y cíñete a él con firmeza. Así no correrás el riesgo de caer en una deuda avasalladora por preferir, por ejemplo, un azulejo innegablemente elegante, que resulta demasiado caro. De repente, podría haber un material más accesible que logre un efecto idéntico por una fracción del precio.

Recomendaciones de sentido común

Los gabinetes superiores deben colocarse a la altura adecuada. No tan arriba que hagan inaccesible los estantes más altos, con lo que, también, se dificultaría la limpieza. No obstante, instalarlos muy abajo no es seguro, cualquiera puede golpearse con ellos al abrir y cerrar las puertas.

La higiene en la cocina es vital, ya que allí se manipulan los víveres; por tanto, debería ser fácil distinguir su grado de pulcritud. Además, los materiales que se emplean han de ofrecer resistencia a los golpes, derrames y quemaduras. Y los azulejos son apropiados para cubrir las paredes hasta una cierta altura, protegiéndolas de rociadas.

Distribución ideal de los elementos

En las cocinas existen tres zonas principales que cumplen diferentes propósitos. Estas serían: preparación y cocción de los alimentos, almacenamiento de provisiones y aseo de los utensilios. La mejor forma de organizarlas, de modo que cada área se acceda cómodamente, es triangular, con amplias encimeras que permitan trabajar con desahogo.

La importancia de las encimeras no puede ser subestimada. Se utilizan, asimismo, para depositar los alimentos crudos o en proceso de transformación y resultan muy útiles si hay más de una persona trabajando.

Al final, después de resolver el tema geométrico, dedícate con toda libertad a la parte más divertida de la reforma, crear el estilo. Solo asegúrate de que sea totalmente de tu gusto, puesto que es una habitación en la que pasarás una buena porción del tiempo.